
9 de marzo de 2012
El
espacio protegido inicia hoy una nueva etapa, ya sin la tutela del Estado, al
protagonizar las comunidades autónomas el debate de los presupuestos y el plan
de actividades para este año.
Cangas de Onís, Ramón
DÍAZ
Cuando aún faltan dos
meses para su decimoséptimo cumpleaños, el parque nacional de los Picos de
Europa está a sólo unas horas de ratificar su emancipación definitiva. Hoy, a
las once de la mañana, en Oviedo, los rectores del espacio protegido se
sacudirán de forma efectiva la tutela del Estado, una tutela casi centenaria,
pues comenzó en 1918, cuando se creó el parque nacional de la montaña de
Covadonga, primero de España y «padre», por ampliación, del actual. El parque
nacional alcanzará hoy la mayoría de edad porque al fin se debatirán -tal vez
hasta se aprueben- las bases para la ejecución del presupuesto de 2012, el
primero de la historia que elaborarán en solitario las comunidades autónomas
que lo integran: Cantabria, Castilla y León y Asturias. También se debatirá en
la reunión el Plan de actividades e inversiones del Parque, la continuación del
programa experimental de reintroducción del quebrantahuesos en los Picos de
Europa, el Plan de Acción de la Reserva de la Biosfera de los Picos de Europa y
la aprobación del Plan de Control de Fauna Silvestre.
La refundación del
Parque llega con 5,5 millones de euros bajo el brazo: los que abonó hace sólo
unos días el Ministerio de Medio Ambiente a las tres comunidades de los Picos.
Era el dinero reclamado por las regiones para completar los 7,9 millones que el
Estado se comprometió a aportar al Parque cuando se cerró el traspaso de las
competencias. Los 5,5 millones deberán ahora ser ingresados en las arcas del
consorcio interautonómico para la gestión coordinada del parque nacional, que
integran las tres comunidades autónomas de los Picos. Ese dinero permitirá que
arranque el parque nacional libre ya de la subordinación al Gobierno central.
El nuevo Parque nace,
además, con Asturias al frente. Porque hoy el Gobierno del Principado asumirá
la presidencia de la Comisión de Gestión; el codirector asturiano, Rodrigo
Suárez Robledano, se convertirá en director-conservador principal, y el alcalde
de Cabrales, Toni Pérez Prieto, iniciará su aventura como representante de los
ayuntamientos en el órgano gestor.
Asturias toma así el
relevo de Castilla y León, que asumió la dirección del Parque el 1 de febrero
del año pasado, cuando se realizó el traspaso de la gestión, pero aún por unos
meses bajo el amparo del Estado. Pese a que esa servidumbre acabó en teoría el
pasado mes de octubre, el impago de los 5,5 millones y la consecuente ausencia
de presupuesto y de plan de actividades e inversiones hizo imposible el
arranque efectivo del Parque.
En manos de Asturias
queda, por tanto, coordinar la negociación de las cuentas del consorcio
interautonómico de los Picos de Europa, negociación que se adivina difícil,
pues las previsiones de ingresos y gastos deberán contentar a las tres regiones
implicadas, cada una de ellas con sus particulares intereses y necesidades en
el Parque. El hecho de que Asturias haya entrado hace unas horas en una nueva
campaña electoral para la elección de un nuevo Parlamento provocará
previsiblemente otro parón en la gestión del espacio protegido, tal y como ha
ocurrido invariablemente en los anteriores procesos. Un parón que se prolongará
hasta la toma de posesión del futuro Gobierno del Principado y el subsiguiente
nombramiento de los representantes en los órganos de gestión y representación
del parque nacional. Asturias dirigirá el parque de los Picos durante un año,
después cederá el bastón de mando a Cantabria.
La refundación del
Parque llega después de un larguísimo proceso de negociaciones entre las
comunidades autónomas y el Estado para la cesión de las transferencias. Las
conversaciones comenzaron en el primer trimestre de 2005, y pese a que los
representantes de los cuatro gobiernos implicados se las prometían muy felices
y daban por hecho de que el acuerdo llegaría antes del 1 de enero de 2006, la
cesión de la gestión sólo se formalizó el 1 de febrero de 2011.
El origen del
traspaso competencial está en una sentencia del Tribunal Constitucional,
emitida en noviembre de 2004, que determinó que la gestión de los parques
nacionales correspondía en exclusiva a las comunidades autónomas. El Estado
veía así limitada su función a la elaboración de la legislación básica y a la
vigilancia de que se cumpla esa normativa estatal. Aquella sentencia cayó como
una bomba en el Ministerio de Medio Ambiente, que gestionaba con mano firme y
en absoluta soledad todos los parques nacionales, salvo el catalán de
Aigüestortes i Estany De Sant Maurici, gobernado por el Ejecutivo catalán, pero
cofinanciado por el Estado, merced al pacto suscrito por el PP y los
nacionalistas de CiU durante el primer gobierno de José María Aznar.
La negociación para
el traspaso del parque de los Picos de Europa fue larga y complicada. Ocurre
que el de los Picos no es un parque «normal», pues es el único de España
integrado por más de una comunidad autónoma. Así que la negociación a cuatro
bandas estuvo salpicada de desencuentros, amenazas de ruptura, enfrentamientos
y desaires entre todos los implicados.
El acuerdo alcanzado
con el Estado establece que las tres comunidades deben ejercer conjuntamente
las funciones de aprobación y ejecución de los planes rectores de uso y
gestión, de su régimen interno de funcionamiento y el nombramiento de su
presidente. Además, el Parque será gestionado de forma coordinada a través del
consorcio interautonómico, la comisión de gestión, el comité técnico, el
director conservador y los codirectores. Cada comunidad nombrará a un
codirector, que tendrá la responsabilidad de administrar y ejecutar las
actividades del Parque en su territorio. Por periodos anuales, los tres
codirectores se rotarán para ejercer las funciones de director-conservador del
área natural, así como las funciones de director del consorcio.
El Parque, además,
está pendiente de una ampliación, que provocará la entrada en el espacio
protegido de otro municipio, Peñamellera Alta, y la aportación de nuevos
terrenos de Peñamellera Baja. Las autoridades del Parque han dado como seguro
que la ampliación se hará efectiva este año.