
DÍA EUROPEO DE LOS PARQUES NATURALES. «Mi parque, mi pasión, mi historia»
Dobra y Vega recorren
varios kilómetros en trineo para llegar al colegio, Toño vive desde el 1 de
abril en los riscos para proteger a sus cabras del lobo, los mellizos Gonzalo
visten igual hasta en la cuadra, una biznieta del Cainejo se queja de que el invierno
ha sido demasiado corto; la vida es sorprendente en el parque nacional.
marco romero | león
Dobra y Vega viven rodeados de lo que el resto del
mundo sólo puede admirar en zoos o jardines botánicos, pero en su universo los
animales no están cautivos y la naturaleza es incontrolable. Como el invierno
que queda atrás, uno de los más duros que se recuerda en tiempos recientes. Los
hermanos han tenido que madrugar este año un poco más que el resto de los niños
del valle para ir al colegio. Viven en el refugio de montaña de Vegabaño, un
lugar de cuento enclavado en una pradera a 1.432 metros de altitud rodeada de
bosques de haya y roble. Pero sobrevivir a los estragos del frío y de la nieve
aquí no es nada fácil.
A las siete y media de la mañana, cuando el sol tiñe
de naranja la cumbre de Peña Santa, Julián y Nuria terminan de abrigar a los
niños para iniciar la odisea diaria de ir al colegio a Oseja de Sajambre. Hay
mucha nieve para coger el todoterreno, pero poca para conducir con la
motonieve, así que hoy le tocará hacer el trabajo a ‘calcetines’, un perro
pastor que fue abandonado en el macizo y que la familia recogió y cuidó hasta
convertirlo en su quinto miembro. Ahora, además de dar la vida por sus dueños,
el perro ha aprendido a tirar del trineo que permitirá llegar a tiempo al
colegio a los valientes Dobra y Vega. Recorrerán tres kilómetros por una
empinada pista forestal hasta llegar al primer pueblo, Soto de Sajambre. Pese
al frío, ni un moco. Ahora faltan seis kilómetros más en el todoterreno por una
peligrosa carretera totalmente cubierta de nieve. En el medio, un nuevo
percance. «Niños, alud. ¡Dobra, cuidado!», advierten al intrépido niño. Todos
cogen la pala —los pequeños tienen la suya a escala— y empiezan a retirar la
nieve que obstaculiza su llegada a clase. Entretanto, el padre les explica que
eso es lo que se ha hecho toda la vida en estos pueblos, aunque sin el
seguimiento de una cámara. A las nueve y diez, el vehículo aparca frente al
colegio de Oseja. Diez minutos de retraso justificado por un viaje rutinario
que para cualquier otro niño sería la aventura de su vida. «Si no hubiera sido
por la voluntad de movernos en la nieve, este año los niños habrían faltado más
de un mes a clase», asegura el guarda de Vegabaño.
Excepcional, como casi todo en Picos de Europa, el
único parque nacional de España y uno de los pocos del mundo que tiene núcleos
de población en su interior. La incomunicación que ha padecido la zona durante
siglos ha conservado costumbres y apellidos durante generaciones. Y hoy Picos
de Europa, visto a fondo, es probablemente uno de los lugares más singulares e
interesantes del planeta, donde es igual de fácil toparse con un quad último
modelo que probar un queso con receta centenaria. Lo peor es el relevo, que no
hay.
Carla estudia en el colegio de Oseja, con Dobra y
Vega. Al acabar la tarde da unos pases de fútbol en la carretera, por la que
apenas pasan coches. Los pocos que lo hacen llevan matrícula extranjera y, de
ellos, la mayoría tienen el volante a la derecha, lo que da idea del perfil de
visitante que mueve el parque. La niña tiene el libro abierto de matemáticas junto
a un ventanal con vistas panorámicas a las montañas. Entre chute y chute —algo
que hace con mucho estilo— ayuda en el bar de la familia. Además saca buenas
notas. Y como casi todos los servicios que utiliza Oseja, prevé que la llegada
al instituto sea en Cangas de Onís, a poco más de 35 kilómetros a través del
desfiladero de los Beyos, y no en Riaño. Esto ya es una tendencia entre los
chavales del municipio.
Al otro
lado del macizo, a media hora en coche y atravesando los puertos del Pontón y
Panderrueda, está el valle gemelo de Valdeón. «Se vive bien. Nos criamos aquí y
vivimos bien. ... ...